El pasado jueves 27 de mayo se celebró la jornada “Nueva Ley de Residuos. Avances y oportunidades” organizada por la Comunidad de Medio Ambiente de la Asociación Española para la Calidad (AEC). La sesión, emitida en streaming en el Canal AEC, contó con José Sevilla, director de Ecocuadrado, empresa gestora de residuos pionera en la consecución de residuo cero y Luis Palomino, secretario general de ASEGRE – la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales, como invitados.
Avelino Brito, director general de la Asociación Española para la Calidad ejerció de anfitrión de la sesión y Begoña Beltrán, presidenta de la Comunidad AEC de Medio Ambiente actuó como moderadora.
Brito destacó que vivimos un momento extraordinario de “impulso de lo medioambiental” tanto a nivel social y cultural como de las instituciones y las empresas. Sirvan de ejemplo los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el Pacto Verde Europeo o la creación de fondos bancarios cuyo foco es el de la sostenibilidad.
Este creciente interés por temas como el cambio climático, la sostenibilidad o la economía circular están derivando en un verdadero “tsunami legislativo” que nos lleva a una situación de “tracamundana”, es decir, de alboroto y confusión, de cambio.
Por su parte Begoña Beltrán, destacaba que “existe una especie de llamamiento internacional para que todos pongamos nuestro granito de arena, sobre todo, en la gestión de los recursos. Hace un par de días, el 25 de mayo, en España alcanzamos lo que se conoce como fecha de sobrecapacidad de la Tierra. Es decir, el día, en cada año natural, en el que hemos consumido todos los recursos naturales que nos corresponderían. Estamos viviendo como si tuviésemos dos planetas y medio para mantenernos y evidentemente no podemos seguir así”.
“Afortunadamente cada vez hay más conciencia social sobre esta problemática y se están produciendo grandes avances como el nuevo anteproyecto de ley que hoy vamos a analizar o la creación de un plan de acción para fomentar la economía circular a nivel español y que contará con una gran dotación económica”.
Entendiendo los residuos como bienes valiosos en lugar de como desperdicios
José Sevilla es director de Ecocuadrado, empresa cuyo objetivo es cambiar el statu quo del residuo, el cual debe ser entendido no como un desperdicio, sino como un potencial subproducto que podemos reutilizar y reciclar.
Y el anteproyecto de Ley de Residuos “tiene mucho de esta filosofía” comentaba Sevilla. Y añadía:” En las últimas décadas a nivel europeo se ha hecho una gran inversión para capacitar a los estados miembros en el tratamiento de residuos. Con las nuevas directivas que están en la base de la futura ley de residuos, el objetivo es poc.o a poco ir poniendo en foco y los recursos en la prevención del exceso de residuos, la reutilización, el reciclado, la valorización energética y ya por último en la eliminación de los residuos. La nueva ley promueve los conceptos de Economía Circular. La última opción será que los residuos se conviertan precisamente en eso en residuos.”
Por su parte Luis Palomino, también ahondaba en el tema resaltando que “el objetivo de la ley es el de reducir los efectos negativos de la producción y gestión de residuos sobre la salud humana y el medio ambiente y también el uso eficiente de los recursos. En la anterior ley la segunda parte no se mencionaba. Es decir, añadimos la economía circular a la ecuación”.
Novedades que plantea la Nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados
Para entender la nueva ley tenemos que conocer las directivas europeas que la motivan y que podemos dividir en:
Un primer paquete legislativo histórico:
- Directiva 1999/31/ce relativa al vertido de los residuos
- Directiva 2008/98/ce sobre los residuos
Y un paquete legislativo actual
- Directiva 851/2018/UE por la que se revisa la Directiva Marco de residuos
- Directiva 851/2018/UE por la que se revisa la Directiva de vertederos
- Directiva 852/2018/UE por la que se revisa la Directiva de envases y residuos de envases
- Directiva 849/2018/UE por la que se revisan las Directivas de vehículos, de RAEES y de pilas.
Además debemos saber que los cambios no finalizan aquí, en próximos años veremos surgir nueva legislación en este ámbito.
Visto el marco normativo de la nueva ley y su concepción más genérica, durante la sesión se profundizó en los cambios que se avecinan de la mano de José Sevilla, quien nos avanzó los principales plazos y grandes titulares de la ley y de Luis Palomino quien se centró en los cambios que afectan a los residuos industriales y peligrosos.
Cambios con respecto a los residuos municipales
La ley de residuos establece unos objetivos muy ambiciosos con respecto al reciclaje. El principal cambio es la implantación de nuevas recogidas separadas. Los biorresiduos tendrán su cubo específico para 2022 en los municipios de más de 5.000 habitantes, y para 2024 en el resto. Además, los textiles, el aceite de cocina usado y los residuos domésticos peligrosos contarán con su propio contenedor antes de 2025.
La norma también establece objetivos más altos de reutilización y reciclaje de los residuos municipales. En 2025, deberá ser del 55 %; en 2030, del 60 %, y alcanzará el 65 % en 2035.
Al final de este artículo tenéis un esquema de todos los plazos que establece la ley en cuanto residuos municipales
Plásticos de un solo uso
José Sevilla, nos hizo un completo desglose de todos los cambios en este sentido que plantea la nueva ley
- A partir del 3 de julio de 2021 quedará prohibida la venta de cualquier producto fabricado en plástico oxodegradable.
- A partir del 1 de enero de 2023: el consumidor habrá de pagar un precio diferenciado en el tique de venta por cada vaso de bebida, su tapa y tapón.
- El 3 de julio de 2024, solo se podrán vender recipientes de bebidas de hasta 3 litros.
- A partir de 2025: solo se podrán comprar botellas de PET que al menos tengan un 25% de plástico reciclado y en 2030 un 30%
- Deberán pesar la mitad en 2026 respecto 2022 y en 2030, estos envases tendrán que haber logrado aligerar su peso en un 70%
Reducción del desperdicio alimentario y tratamiento de excedentes
Entre los objetivos del proyecto de ley se incluye también la reducción del desperdicio alimentario en, al menos, en un 20 % en 2030 respecto a 2020 con medidas como el fomento de las donaciones y otras vías de redistribución alimentaria. Los productores tampoco podrán destruir los excedentes de productos no perecederos no vendidos, como textiles, juguetes o aparatos electrónicos y se desarrollarán medidas para favorecer la reutilización y la reparación. También se prevé el establecimiento de una red estatal integrada de instalaciones de eliminación de residuos y de instalaciones de valorización de residuos domésticos.
Nuevos procedimientos para determinar la condición de fin de la condición de residuo y la de subproductos
Otro aspecto reseñable del proyecto de ley es el relativo a la regulación de la condición de fin de residuo y la de los subproductos, estableciéndose unos procedimientos menos burocratizados al efecto. Destaca, en particular, la posibilidad de que las Comunidades Autónomas puedan declarar ambas medidas en el ámbito de sus propios territorios y caso por caso, aunque si el producto resultante del proceso de valorización va a ser utilizado en otra Comunidad Autónoma se exigirá también la conformidad de esta última.
Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) en la gestión de los residuos
Según la nueva ley la responsabilidad del productor inicial del residuo no finalizará hasta que no concluya el tratamiento por parte del gestor de los residuos. “Hasta la fecha esta responsabilidad finalizaba con la entrega al gestor de los residuos”, comenta Luis Palomino de ASEGRE. “Esta cambio es fundamental en el ámbito de la gestión de residuos industriales o peligrosos y nos plantea nuevos retos y oportunidades como el poder asegurar la trazabilidad de los residuos, que se pueda entregar al productor un certificado que acredite el fin del proceso. Por su parte el productor también deberá suministrar al gestor la información precisa para el adecuado tratamiento de los residuos”.
Nuevos impuestos y tasas
El anteproyecto legal establece nuevos impuestos, uno a los envases de plástico no reutilizables, a razón de 0’45 euros por kilogramo y otro al depósito en vertedero, a la coincineración e incineración, que puede oscilar –según el tipo de residuo—desde 1,5 euros a 40 euros por tonelada métrica.
“En este punto cabe reseñar la necesidad de homogeneizar el impuesto a las operaciones de eliminación y de valoración energética de los residuos en las distintas comunidades autónomas. Con la nueva ley se avanza en ese sentido aunque se da la libertad a las autonomías de ampliar estas tasas mínimas”, nos dice Luis Palomino. Y añade “este punto es fundamental para evitar lo que conocemos como turismo de residuos y el consiguiente problema ambiental y de salud pública que puede generar”.
Amianto, residuos sanitarios y restauración de suelos contaminados
La ley incluirá también nuevas medidas dirigidas a restaurar los suelos contaminados y el inicio de un plan para eliminar el amianto, ya que obligará a los Ayuntamientos a elaborar de aquí a 2023 un censo de edificios e instalaciones afectados por esta sustancia perjudicial para la salud, junto con un calendario para su retirada
Por otro lado, en la misma línea de unificación de criterios a nivel estatal que hemos visto en las nuevas tasas de vertederos, la ley establece un plazo máximo de 5 años desde su entrada en vigor para que se lleve a cabo un estudio comparado de la normativa autonómica que regula la gestión de los residuos sanitarios.
CAMBIOS EN LA GESTIÓN DE LOS RESIDUOS MUNICIPALES
- Antes del 31 de diciembre de 2021: los Ayuntamientos de más de 5.000 habitantes y en 2023 el resto, deberán contar con recogida separada de biorresiduos.
- Antes del 31 de diciembre de 2021: la recogida separada obligatoria de aceite de cocina usado. Agua del grifo los bares siempre.
- Antes del 1 de enero del 2022. Los residuos no peligrosos de la construcción y la demolición, incluidos, por ejemplo, los de la reforma de una vivienda familiar, deberán ser clasificados.
- Antes del 31 de diciembre de 2024, los municipios deberán recoger de forma separada los residuos textiles, los residuos domésticos peligrosos y los voluminosos, como muebles y otros enseres.