El objetivo de la organización ‘Lean Manufacturing’ es hacer fluir el trabajo de manera más rápida. Para ello, es importante diseñar, planificar y ejecutar exactamente aquello que el cliente quiere, en el momento que lo quiere y en el lugar donde lo quiere.
Para ello, debemos tener en cuenta un concepto clave: el Takt Time, que es la velocidad a la que compra el cliente (demanda de cliente). Por tanto, es el tiempo al que el sistema de producción debe adaptarse para satisfacer las expectativas del cliente. Es decir, es el tiempo disponible entre la demanda.
De dónde viene el concepto Takt Time
Takt es una palabra que proviene del alemán y que, en términos musicales, significa compás o intervalo. Esto, traducido al Lean es el ritmo de las ventas en el mercado. Dicho ritmo se calcula dividiendo las horas diarias de trabajo entre el número de órdenes de pedido que debemos entregar cada día.
Por lo tanto, podemos decir que este es un concepto central en las operaciones de producción, un indicador que nos dice cuál debe ser el ritmo de producción para satisfacer la demanda del cliente. Se trata de un pilar fundamental de la metodología Lean Manufacturing y de la estrategia de producción ‘Justo a Tiempo’.
Cabe tener en cuenta que esta palabra está ligada a las metodologías de Lean Manufacturing. En este contexto, el Takt Time funciona como un regulador del ritmo de producción, evitando la sobreproducción y la acumulación innecesaria de inventario. De esta manera, se logra un proceso de producción más eficiente y ajustado a las necesidades del mercado.
El Takt Time con ejemplos
Hay que tener en cuenta que el Takt Time se expresa como ‘segundos, minutos u horas por pieza’, lo que indica que los clientes están comprando un producto cada tantos segundos, minutos u horas.
Vamos a ver como se aplica en dos ejemplos diferentes:
- Una fábrica de cerveza tradicional dispone de una línea de producción, y trabaja sólo durante el turno de mañana. El acuerdo con los trabajadores es que se puede parar veinte minutos para el bocadillo, además de diez minutos para la limpieza planificada antes de la parada. El único cliente de la fábrica, DiaService, realiza un pedido mensual de 1.200 botellas para abastecer a sus tiendas, que realizan pedidos diarios de lunes a viernes. Ante esta situación, tenemos que calcular el tiempo disponible por cada día: ocho horas menos treinta minutos es un total de 450 minutos productivos. Si la demanda mensual son 1.200 unidades, y se trabajan veinte días, se tienen que producir 60 unidades diarias. Ahora es el momento de sacar el Takt Time: si tenemos un total de 27.000 segundos de trabajo al día, y en un día tienen que hacerse 60 unidades, estas tienen que producirse en 450 segundos.
- Una empresa que fabrica bufandas, llamada BUFRED S.A, tiene una demanda diaria de 90 bufandas. Partimos de la base que trabajan ocho horas al día, con treinta minutos de descanso, y cinco días a la semana. Con estos datos, podemos obtener el Takt Time: por turno hay 450 minutos de tiempo neto, es decir, 27.000 segundos al día: 300 segundos por bufanda, es decir, cinco minutos por pieza.
Beneficios de usar Takt Time
- Reducción de los costes de la empresa, ya que, al evitar la sobreproducción, lo hacen también los costes asociados al almacenamiento de excedentes de producción.
- Optimización de los recursos debido a que el Takt Time ajusta el uso de los recursos a las necesidades de producción, lo que conlleva una mayor eficiencia y ahorro de costes.
- Evita la sobreproducción porque con un Takt Time bien calculado se regula la producción para que se ajuste a la demanda y se evite así la producción excesiva.
Grupo Innova, expertos en Lean Manufacturing
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